El hotel tiene un encanto vintage único y está ubicado en una zona tranquila, cerca del centro histórico, lo que permite disfrutar de una estancia relajante.

El aire acondicionado en nuestra habitación no funcionaba adecuadamente, lo que hizo que la temperatura fuera incómoda durante la noche.

El ambiente vintage del hotel es encantador.

Me decepcionó un poco la atención del personal. La recepción no siempre estaba disponible y me costó encontrar a alguien cuando necesitaba ayuda. Además, el aire acondicionado en mi habitación no funcionaba correctamente, y el baño era bastante pequeño, lo que hizo que mi estancia no fuera tan cómoda como esperaba.

La ubicación es ideal, muy cerca de la estación de tren y también a unos pasos del centro. La habitación era bastante limpia y con muebles con encanto. El personal fue muy amable y servicial, lo que se agradece.

Todo ha sido ideal.

El desayuno es muy completo y sabroso, además la atención del personal es excepcional. A solo minutos de la Trattoria Calandrino, encontramos unas pastas de ensueño que no te puedes perder.

Al llegar, nos dieron una habitación pequeña cerca de la cocina. olía a aceite quemado y el aire acondicionado no funcionaba. Después nos cambiaron a una más grande, pero tenía problemas de conexión WiFi, así que tocó sentarnos en el lobby. Y el colchón, ay, ¡dolor de espalda al segundo día! No valió €220/noche, pero aún así, la experiencia tuvo su brillo.

Considera pedir una habitación con frescos en el techo, son impresionantes y añaden un toque único al ambiente.

El ambiente es encantador y la

ubicación es ideal, ya que se puede llegar al centro en 15 minutos. La atención en la recepción fue excepcional, y el desayuno sencillo pero suficiente. Sin embargo, el ascensor es pequeño, lo que puede ser incómodo si hay mucho equipaje.

El lugar es ideal para explorar Florencia, ya que se puede llegar al Duomo y a la Galleria dell'Academia en un corto paseo. La habitación era amplia y acogedora, perfecta para nuestra familia. El desayuno que ofrecían era variado y el café estaba excepcional. La limpieza del lugar fue excelente, lo que hizo nuestra estancia aún más agradable.

Encantador lugar para disfrutar de una taza de café en sus terrazas tranquilas, y un paseo por los encantadores callejones cercanos.

El aire acondicionado no funcionó bien, mientras que la decoración ofrecía un encanto vintage.

La ubicación de la Residenza Hotel Cimabue es excelente, a pocos minutos del Duomo y de la Galleria dell'Academia. La habitación doble que reservamos era bastante amplia. La cama resultó cómoda y fue un placer descansar después de explorar la ciudad. El baño estaba bien equipado y mantuvieron una limpieza adecuada durante nuestra estancia. El desayuno ofrecía una buena variedad de opciones y el café estaba excepcional, lo que hizo nuestras mañanas más placenteras. A pesar de las buenas impresiones iniciales, tuvimos algunos inconvenientes. El agua caliente tarda demasiado en llegar, lo que resultó un poco incómodo al momento de ducharnos. Además, el personal, aunque amable, parecía un poco nervioso en situaciones de atestamiento, especialmente durante el horario del desayuno. Hubo momentos en los que se sentía un poco de caos en la zona común, lo que podría mejorarse con una atención más organizada. Sin embargo, en general, ha sido una buena experiencia para disfrutar de la hermosa Florencia.

desayunar en un patio lleno de flores

desayuno sabroso, habitaciones bien equipadas

ruido de la calle

La atención del personal es fenomenal. siempre están dispuestos a ayudar y hacerte sentir cómodo. La ubicación es muy conveniente, ya que se puede llegar al centro caminando en poco tiempo. Sin embargo, la habitación era pequeña y el aislamiento acústico dejaba mucho que desear, ya que se escuchaban ruidos fácilmente. Además, el desayuno, aunque completo, podría incluir más opciones saludables como productos ecológicos.

No me lo esperaba para nada…

Estuve 4 noches en este lugar y, aunque la ubicación es ideal y muy accesible a las atracciones, la falta de aire acondicionado en abril fue increíblemente incómoda. Además, el café del desayuno sabía a barro y el menú era bastante limitado. Sin embargo, el ambiente vintage y la amabilidad del personal hicieron que la estancia fuera soportable.